Ambiente navideño en Honduras entre la pobreza y los estragos de la tormenta Sara

El ambiente navideño en Honduras transcurre entre la pobreza que afecta al 63 % de sus casi 10 millones de habitantes y los daños causados por la tormenta Sara, que dejó al menos seis muertos y pérdidas millonarias en la infraestructura y la actividad agrícola.

Cientos de personas, en su mayoría niños acompañados por familiares, han comenzado a disfrutar del ambiente en diferentes centros comerciales de Tegucigalpa, conocidos como «Mall», así como en plazas públicas adornadas con pesebres, árboles y otros motivos navideños, y juegos mecánicos.

Pese a los múltiples problemas que sufre Honduras, como la pobreza, la violencia criminal, la corrupción y deficientes sistemas de salud y educación, el ambiente navideño llega cada vez más temprano a los comercios hondureños, pues desde inicios de octubre pasado algunas grandes cadenas de tiendas y supermercados inauguraron la temporada con adornos, ofertas, juguetes y música propias de esta época del año.

En los centros comerciales también se han erigido árboles de Navidad de gran altura, frente a los cuales se fotografían niños y adultos, en algunos casos acompañados del tradicional personaje Santa Claus o San Nicolás, conocido en otros países como Papá Noel.

Familias afrontan difícil situación económica

A pesar del ambiente festivo que se respira en las plazas y centros comerciales, entre los visitantes hay muchos que lamentan su situación de pobreza, un flagelo que afecta a más de 6 millones de los casi 10 millones de habitantes de Honduras.

«Nos gusta mucho estas fechas para compartir con la familia, aunque este año la situación económica no es la mejor», dijo a EFE Karla Figueroa, dependiente de una venta de ropa para niños en un centro comercial de Tegucigalpa, la capital.

Aseguró que el ambiente navideño se ha visto afectado por los bajos salarios que devenga la mayoría de la población y el alto costo de los productos, especialmente la comida.

Figueroa, una madre soltera, con dos hijas, señaló que las fiestas de Navidad las celebrará comiendo un pollo y nacatamales, pero sin pólvora, porque está prohibido y para «evitar» accidentes.

La quema de pólvora en Honduras durante las fiestas de Navidad y Nochevieja deja cada año muchos niños y adultos lesionados, algunos incluso perdiendo dedos o la mano entera por la explosión de petardos y morteros.

Ropa usada, una aliada de los pobres

Algunas personas con dificultades económicas recurren a las populares tiendas de ropa de segunda mano, conocidas como «el agachón», donde pueden encontrar prendas a precios accesibles para estas fiestas.

Incluso jóvenes como Alejandra Montoya, una universitaria de 20 años, buscan oportunidades en estos mercados para revender artículos y ayudar a su madre.

«Todas las semanas visito varias tiendas de ropa usada para buscar las mejores prendas y luego las vendo a través de redes sociales a personas que no pueden comprar ropa nueva», subrayó Montoya, mientras revuelve entre los montones de ropa de segunda mano.

En la primera avenida de Comayagüela, ciudad gemela de Tegucigalpa, más de una treintena de estos puestos son abarrotados por hombres y mujeres con pocos recursos que buscan ‘atrapar’ los mejores vestidos y las camisas más bonitas a buen precio, así como calzado.

Las tiendas de ropa de segunda mano son concurridas todo el año, pero el mayor auge es en los meses de noviembre y diciembre.

La situación será más dura para las 200.000 personas afectadas por la tormenta Sara, principalmente en las regiones costeras del Caribe y el norte del país, que dejó seis muertos y pérdidas por 98 millones de dólares en la actividad agrícola, según cifras oficiales.

Muchos afectados no han podido regresar a sus comunidades, porque perdieron su vivienda o sigue inundada, por lo que recibirán la navidad en albergues públicos y privados o la casa de algún familiar o amistades.-EFE

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