Más de 2.000 centroamericanos de la caravana que busca llegar a Estados Unidos se encontraban este viernes en la fronteriza Tijuana, cuyo alcalde exige sean expulsados de México con el polémico argumento de que «los derechos humanos son para los humanos derechos».
El alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), dijo a la cadena televisiva Milenio que grupos de migrantes de la caravana centroamericana «llegan en un plan agresivo, grosero, con cánticos, retando a la autoridad», y pidió al gobierno federal les aplique el artículo 33 constitucional, que contempla la expulsión inmediata del país sin derecho a juicio alguno.
«Tijuana es una ciudad de migrantes, pero no los queremos de esta manera, fue distinto con los haitianos (que llegaron en 2016), ellos llevaban papeles, estaban en orden, no era una horda, perdóname la expresión, y derechos humanos se me va a echar encima, pero los derechos humanos son para los humanos derechos», dijo Gastélum.
La noche del miércoles se registró un incidente cuando unos 300 pobladores protestaron contra los migrantes que llegaron a una zona habitacional. Les arrojaron piedras a los centroamericanos mientras cantaban el himno mexicano ante la mirada de policías.
La alcaldía sin embargo ha establecido un albergue para recibir a los migrantes, en el que pernoctaron 2.000 de ellos, de los cuales más de la mitad son hombres y hay más de 400 niños, informó este viernes a la AFP Mario Osuna, encargado de desarrollo social de Tijuana.
«En los próximos tres días vamos a tener cerca de 5.000 personas (en Tijuana) y es bien importante la manera en la que lo vamos a enfrentar», dijo a la prensa Irineo Mujica, de la organización Pueblo sin Fronteras.
Desde el domingo, cuando empezaron a llegar los primeros centroamericanos a Tijuana, vecina de la estadounidense San Diego, han sido detenidos cinco, dos por alterar el orden público y tres por fumar marihuana en el albergue, según un reporte policial.
La caravana principal salió el 13 de octubre de San Pedro Sula, Honduras, y ha recorrido más de 4.300 km, principalmente a pie y en autostop, hasta Tijuana, en el estado de Baja California.
Los migrantes intentan que Estados Unidos les dé refugio debido a la extrema violencia y pobreza que viven en sus países. Para lograrlo deben cruzar la frontera por un acceso oficial, de acuerdo con un decreto firmado la semana pasada por el presidente estadounidense Donald Trump.
La secretaría de Gobernación teme se produzca un incidente en la frontera ante «el discurso abiertamente hostil de Trump».-AFP