Al menos 48 empleados del transporte público de Honduras han sido asesinados en lo que va de 2019 por bandas delictivas, muchos de ellos por negarse a pagar extorsiones, informó este sábado una fuente del sector.
“En lo que va de este año ya suman 48 las muertes”, dijo a periodistas Jorge Lanza, directivo del transporte público urbano en Tegucigalpa, la capital.
Entre las víctimas hay chóferes, ayudantes y hasta empresarios del sector del transporte público, señaló Lanza, quien dijo que la mayoría de los propietarios de autobuses están siendo extorsionados por pandillas.
Lanza señaló que las autoridades de seguridad “no han hecho lo suficiente” para contrarrestar la ola de violencia en el país, que registra una media diaria de entre diez y once asesinatos.
“No quiero descartar que ellos no están trabajando, lo están haciendo, pero carecen de apoyo logístico y también de personal”, enfatizó.
Los empleados del transporte en Honduras son víctimas de asaltos y robos con resultado de muerte en algunos casos, y del cobro de extorsiones que hacen pandillas juveniles.
El Gobierno hondureño, que preside Juan Orlando Hernández, creo en marzo pasado la Fuerza Nacional de Seguridad del Transporte Urbano, con el fin de combatir la extorsión y otros delitos perpetrados por pandillas, pero estos continúan todavía.
Dos conductores del transporte público fueron asesinados este viernes a tiros en Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos principales ciudades del país centroamericano, al parecer, luego de negarse a pagar las extorsiones.
La Policía Nacional y organismos de derechos humanos atribuyen la mayoría de este tipo de ataques a dos pandillas rivales, la MS-13 (Mara Salvatrucha) y la Barrio 18, que se dedican a extorsionar a comerciantes, conductores, empresarios del transporte público e incluso a estudiantes.
El delito de extorsión en Honduras es castigado con entre 30 y 26 años de prisión, según una reforma al Código Penal aprobada en octubre de 2014 por el Parlamento del país centroamericano.-EFE