La Comisión Europea ha aprobado una recomendación a todos los países miembros de la zona Schengen para que levanten los controles fronterizos internos antes del lunes y que empiecen a abrir las fronteras exteriores al resto del mundo a partir del 30 de junio. Textualmente, «la Comisión recomienda encarecidamente a los Estados que todavía no lo han hecho que finalicen el proceso de levantar los controles y las restricciones al libre movimiento dentro de la UE en las fronteras interiores para el 15 de junio de 2020». Después de un periodo de dudas respecto a la lucha contra la pandemia la Comisión ha decidido acelerar las cosas y la movilidad interior se considera esencial para la recuperación de la economía. El propio Consejo Europeo prepara para la primera parte del mes de julio una primera cumbre presencial de los jefes de Estado o de Gobierno en Bruselas que podría ser una especie de señal de voluntad de regreso a la normalidad.
La comisaria de Interior, Ylva Johansson, dijo al anunciar esta propuesta que la situación sanitaria es «cada vez mejor» en todos los países miembros, que las medidas preventivas van convergiendo entre casi todos los países y, sobre todo, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) ya ha determinado que el cierre de fronteras dentro del espacio Schengen «ya no es en estos momentos una medida efectiva para controlar la pandemia».
Por ello, por ahora, las recomendaciones de la Comisión se refieren sobre todo a acelerar la decisión de eliminar de forma general todas las restricciones al tránsito entre los países miembros, que es uno de los elementos esenciales de la propia existencia de la UE. Italia ya lo ha hecho, Alemania, Bélgica y Francia ya habían anunciado que lo harán el lunes, mientras que España aparece como el país más importante del grupo de los que quieren mantener sus fronteras cerradas.