Por años, el dinero que se incautaba en distintas operaciones a narcotraficantes o lavadores de activos, así como joyas, obras de arte y semovientes, no fueron registrados por la Oficina Administradora de Bienes Incautados (Oabi).
Nunca hubo control, según el informe de auditoría interna que hicieron en la institución que el actual gobierno busca liquidar. Al no haber registros y controles inexistentes o muy deficientes como indica el informe, no saben las cantidades o el destino de esos bienes, por lo que se limitaron al levantamiento de un inventario físico sin valores de referencia.
Por otra parte, abandonados, empolvados y saqueados permanecen muchos bienes incautados por la OABI en el departamento de Colón.