El directorio del movimiento ciudadano Defensores de Honduras, conformado por representantes de diversos sectores sociales, empresariales, cívicos y religiosos, rechazó categóricamente las acusaciones de un supuesto intento de golpe de Estado y denunció que la democracia hondureña enfrenta una amenaza real ante el avance de políticas autoritarias.
Durante una reunión celebrada en Tegucigalpa, los miembros del movimiento leyeron un comunicado donde reafirmaron su compromiso con la defensa de la institucionalidad, la libertad y los valores democráticos del país. “Negamos rotundamente cualquier intento de golpe. Esa no es nuestra misión”, afirmaron los voceros, entre ellos el pastor Evelio Reyes y el analista político Olban Valladares.
El documento, respaldado por miembros del sector empresarial, sociedad civil, iglesias, militares y policías en retiro, gremios profesionales, jóvenes y familias hondureñas, denuncia intentos por imponer un modelo autoritario ajeno a los principios del pueblo hondureño, como el prolongado estado de excepción, los ataques a la libertad de expresión y el debilitamiento de la separación de poderes.
“La soberanía reside en el pueblo. El Estado no es propiedad de caudillos ni de grupos con agendas externas”, sentencia el pronunciamiento, que llama a los ciudadanos a mantenerse vigilantes y activos en la defensa del orden constitucional.
Peligros latentes para la democracia
El analista Olban Valladares advirtió que la democracia hondureña está bajo amenaza, no solo por decisiones políticas, sino por el deterioro general de la vida pública. “El bienestar humano está en su punto más bajo en la historia reciente del país”, dijo, y urgió a la población a salir del “estado de frustración” en que ha estado sumida por años.
Señaló que la inseguridad, delincuencia e impunidad son factores que erosionan gravemente el sistema democrático, y reiteró el llamado a la ciudadanía a asumir su papel con responsabilidad.
Un movimiento sin bandera política
El candidato a alcalde por el Distrito Central, Juan Diego Zelaya, aclaró que Defensores de Honduras no es una alianza política, sino un movimiento patriótico. “Aquí la única bandera que importa es la de Honduras. Dejamos atrás intereses partidarios. Todo lo hacemos por el país”, expresó.
Zelaya subrayó que la movilización tiene como objetivo garantizar que el próximo proceso electoral, previsto para el 30 de noviembre, se desarrolle en un ambiente de plena libertad y respeto a la voluntad ciudadana.
Defensa de la libertad de expresión
Por su parte, Juan Carlos Sierra, presidente del Colegio de Periodistas de Honduras (CPH), se sumó al llamado de alerta. Afirmó que hablar de democracia implica hablar de libertad de prensa y denunció los ataques que ha recibido el gremio. No obstante, destacó el respaldo de altos mandos de las Fuerzas Armadas en defensa de esa libertad.
“El Colegio de Periodistas está presente para defender la democracia”, afirmó Sierra, en sintonía con el resto de organizaciones que integran Defensores de Honduras.
El pronunciamiento concluyó con un llamado a una movilización pacífica, patriótica y determinada, en defensa de los valores fundamentales de la República: libertad, legalidad, derechos humanos y soberanía popular. “La historia nos observa. El futuro de nuestros hijos está en juego”, finaliza el texto.