Luego de varios días de protestas y asambleas informativas, los auxiliares de enfermería del sistema público de salud anunciaron este lunes la suspensión de sus acciones tras alcanzar acuerdos con representantes de la Secretaría de Salud. Las manifestaciones, que incluyeron tomas de calles en el Distrito Central, fueron motivadas por denuncias de acoso laboral y violencia hacia el personal sanitario en diversos centros de salud.
Durante la jornada, enfermeras auxiliares denunciaron situaciones de violencia psicológica, física y verbal, presuntamente ejercida por directores y otros compañeros de trabajo. La situación fue abordada en reuniones entre los representantes del gremio y autoridades del ramo.
Josué Orellana, presidente de la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras (ANEEAH), calificó los acuerdos alcanzados como positivos. “Ha habido situaciones denunciadas por compañeras, algunas víctimas de maltrato dentro de las unidades de salud. Hemos logrado buenos acuerdos, y entre ellos, se otorgará licencia remunerada a las afectadas por abusos psicológicos”, detalló.
Otro de los compromisos asumidos por la Secretaría de Salud incluye garantizar el goce de feriados y vacaciones pendientes. A partir de mayo, el personal podrá disfrutar de sus descansos profilácticos, incluyendo Semana Santa y asuetos nacionales, derechos que en muchos casos no se habían respetado.
Orellana adelantó que la ANEEAH interpondrá denuncias formales ante el Ministerio Público para que se investiguen los casos de maltrato reportados por el personal de enfermería en diferentes unidades del Distrito Central.
Por su parte, el jefe de la Región Metropolitana de Salud, Gilberto Ramírez, expresó que se priorizará el bienestar de los pacientes sin descuidar la protección del personal sanitario. “Cada denuncia será atendida, y se garantizarán los derechos laborales que no se habían respetado. Nuestro compromiso es velar por un ambiente seguro y digno para los trabajadores de la salud”, afirmó.
La suspensión de las protestas marca una pausa en la crisis, aunque el gremio advierte que se mantendrá vigilante para asegurar que los compromisos adquiridos se cumplan y se erradiquen las prácticas de abuso en el sistema sanitario.