Un informe reciente de la organización InsightCrime, especializada en crimen organizado en América Latina, indica que Honduras podría estar retomando un papel protagónico como país de tránsito en el tráfico internacional de drogas, en medio de cifras oficiales inconsistentes y un repunte notable en las incautaciones de cocaína durante 2024.
El análisis señala discrepancias en los datos proporcionados por las instituciones hondureñas: mientras la Secretaría de Seguridad reportó 26 toneladas de cocaína incautadas en lo que va del año, la Secretaría de Defensa registró 23.2 toneladas. Por su parte, la Policía Nacional respondió a una solicitud de acceso a información pública con un dato significativamente menor: apenas 6 toneladas.

A pesar de las diferencias en los registros, los datos de Seguridad y Defensa reflejan un incremento considerable con respecto a 2023, cuando las incautaciones apenas alcanzaron las 6.5 toneladas. Este aumento del 300 % se atribuye a varios factores, entre ellos el cambio en las rutas utilizadas por los narcotraficantes y la reactivación de la cooperación en materia de inteligencia entre Estados Unidos y Honduras.
Tras varios años de priorizar rutas aéreas, las organizaciones del narcotráfico han comenzado a utilizar nuevamente rutas marítimas para el traslado de cargamentos. Este giro responde, en parte, a la reanudación del intercambio de datos de radar entre los gobiernos de Washington y Tegucigalpa, suspendido desde 2014 luego de que la Fuerza Aérea hondureña derribara aeronaves sospechosas, generando tensiones diplomáticas.

El regreso de esta cooperación ha permitido una mayor capacidad de detección y respuesta ante el tráfico de drogas, lo que explicaría el alza en los decomisos registrados en territorio hondureño.
El reporte de InsightCrime también subraya que, si bien el aumento de incautaciones puede interpretarse como una mayor efectividad operativa, también pone en evidencia que el país sigue siendo un punto estratégico para las redes del narcotráfico que operan en la región.