Gobierno de Xiomara Castro impone libro de Manuel Zelaya en las escuelas: un acto de adoctrinamiento con fines políticos y económicos

En un acto que atenta contra la educación libre, objetiva y democrática, el gobierno de Xiomara Castro ha decretado la lectura obligatoria del libro “El Golpe 28-J: Conspiración Transnacional, un crimen en la impunidad”, escrito por su esposo, el expresidente Manuel Zelaya Rosales. Este hecho, consumado mediante publicación oficial en La Gaceta el 24 de marzo de 2025, no solo representa una peligrosa intromisión ideológica en el sistema educativo, sino también un uso abusivo del poder para fines personales y partidarios.

Como medio comprometido con los principios democráticos, condenamos enérgicamente esta decisión autoritaria que pretende ideologizar a niños y adolescentes en las aulas públicas. El contenido del libro refleja una versión unilateral y politizada del golpe de Estado de 2009, diseñada para favorecer el relato de Zelaya y su partido político, Libre. Incluirlo como material obligatorio en la currícula nacional es un intento claro de reescribir la historia desde el poder y a conveniencia de la familia presidencial.

No se trata únicamente de una imposición ideológica. El artículo 2 del decreto instruye a la Empresa Nacional de Artes Gráficas (ENAG) a imprimir el libro con recursos públicos, asignando presupuesto desde la Secretaría de Finanzas. Esto evidencia no solo una intención de adoctrinamiento, sino un beneficio económico directo para el autor: Manuel Zelaya, esposo de la presidenta. ¿Qué nombre merece esta acción sino corrupción disfrazada de pedagogía?

Mientras el país enfrenta una crisis en el sistema de salud, desempleo creciente, cierre de maquilas, inseguridad y una educación pública deteriorada, el gobierno concentra esfuerzos y fondos para imprimir y distribuir propaganda política en lugar de invertir en libros de ciencias, matemáticas o lectura comprensiva. Es inadmisible.

La educación debe formar ciudadanos críticos, no seguidores ciegos de un partido o de una familia política. Imponer este libro en las escuelas es una afrenta a la libertad de pensamiento, al profesionalismo docente y al derecho de los padres a decidir la formación ideológica de sus hijos.

Honduras no necesita que el poder político capture las aulas. Necesita escuelas con recursos, docentes capacitados y una educación basada en la verdad, la diversidad de ideas y el respeto a la democracia.

Desde este espacio, alzamos la voz para denunciar este atropello. No podemos permanecer en silencio ante un nuevo intento de control ideológico desde el poder.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *