Congreso Nacional aprueba el presupuesto 2025 en una sesión marcada por la complicidad de la oposición

En una sesión maratónica que se extendió hasta más allá de las cinco de la mañana de este miércoles, el Congreso Nacional aprobó el Presupuesto General de Ingresos y Egresos para el ejercicio fiscal 2025, que alcanza un total de 430,907.8 millones de lempiras. La aprobación del presupuesto, que fue calificado por el oficialismo como «histórica», se llevó a cabo con una mayoría reducida, facilitada por una estrategia de los partidos de oposición, que decidieron ausentarse de manera estratégica, permitiendo así que el oficialismo cumpliese sus objetivos.

El presupuesto, según el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, se enfocará en áreas clave como educación, salud e infraestructura. Redondo destacó que esta asignación de recursos fortalecerá los programas sociales y beneficiará al pueblo hondureño. «Estamos garantizando más inversión para el pueblo», expresó Redondo al concluir la sesión.

Sin embargo, la aprobación se produjo en un contexto de intensos debates y críticas, especialmente en relación con la transparencia en la distribución de los recursos. A pesar de las protestas de algunos sectores, los reclamos no parecieron influir significativamente en el resultado de la votación. La jornada de discusión, que comenzó en la tarde del martes, culminó con una aprobación que muchos consideraron apresurada y carente de un análisis más profundo.

La votación final reflejó una notable ausencia de diputados de la oposición, especialmente del Partido Nacional y del Partido Liberal, que no estuvieron presentes en el momento clave de la aprobación. La falta de representación en la sala permitió que el oficialismo aprobara el presupuesto con 58 votos a favor, 35 en contra, y cuatro parlamentarios que no participaron. Esta escasa presencia de la oposición dejó en evidencia las tensiones internas dentro de los partidos y la falta de un consenso real.

A pesar de las críticas al procedimiento y las acusaciones de que la aprobación a altas horas de la madrugada buscaba evitar un examen detallado del presupuesto, el proceso avanzó sin modificaciones sustanciales. Las partidas más controvertidas, como la partida confidencial 449 y los fondos destinados a la oficina de planificación estratégica, se mantuvieron intactas, lo que aumentó las sospechas de falta de transparencia en la asignación de recursos.

El diputado Hugo Noé Pino, quien lideró el proceso de socialización del presupuesto, defendió la aprobación, destacando que el presupuesto había sido discutido y modificado según las sugerencias de diferentes instituciones y actores políticos. Pino aseguró que se incorporaron alrededor de 35 modificaciones al dictamen final, lo que, según él, enriqueció el proceso. «Honduras amanece con su presupuesto público 2025 aprobado, enhorabuena», declaró el diputado.

El presupuesto aprobado representa un aumento del 5.8% respecto al presupuesto de 2024 y asegura la continuidad de las políticas económicas del gobierno de Xiomara Castro. Sin embargo, la ausencia de una oposición más activa y la falta de un análisis detallado del presupuesto dejan abierta la pregunta sobre la verdadera efectividad de estas asignaciones y el compromiso real del Congreso con la transparencia y el control fiscal.

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