El esperado Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Honduras y China, que se proyectaba firmar antes de finalizar 2024, aún no ha sido posible. A medida que se acerca el fin de año, el proceso de negociación sigue en pausa, sin una fecha definida para la séptima ronda de conversaciones, que inicialmente se esperaba realizar en Tegucigalpa.
La última ronda de negociaciones, la sexta, tuvo lugar en Beijing del 29 al 31 de julio, hace ya seis meses. Aunque las autoridades hondureñas han mantenido la puerta abierta a las negociaciones, aún persisten temas pendientes que complican el avance hacia un acuerdo final.
Helui Castillo, gerente de política comercial del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), destacó que las negociaciones continúan, pero que aún no se ha establecido una fecha para la firma del tratado. “Mientras las negociaciones sigan abiertas, la fecha de la firma del acuerdo no ha sido determinada”, expresó Castillo, quien confirmó que el proceso aún está en marcha.
Uno de los puntos más complicados de las conversaciones son las reglas de origen y el acceso a los mercados, dos temas que, según la experta, suelen ser los más difíciles de resolver en este tipo de acuerdos comerciales. Actualmente, los intercambios están limitados a los negociadores oficiales de ambos países, sin una participación directa de los sectores empresariales.
Castillo explicó que, aunque el Cohep ha estado recibiendo consultas sobre las reglas de origen, no se ha definido aún qué productos hondureños formarán parte de este listado. Entre las preocupaciones más relevantes de los sectores económicos está el impacto que este acuerdo pueda tener sobre el comercio de productos como el camarón. En este caso, la representante del Cohep señaló que el principal reto no son los aranceles, sino los precios de compra que China establece, los cuales son menores a los que se tenían en el acuerdo con Taiwán.
A pesar de que, bajo el acuerdo de cosecha temprana, los exportadores de camarón hondureños no deben pagar aranceles al ingresar a China, el precio sigue siendo un desafío importante para los productores. La incertidumbre sobre las condiciones del acuerdo persiste, mientras los sectores productivos esperan más claridad.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Económico, Fredis Cerrato, reconoció que alcanzar un acuerdo balanceado con China será un proceso largo y que no se resolverá en un solo gobierno. “La lucha no termina con una administración. Nosotros estamos dispuestos a finalizar este acuerdo, pero depende de que China reconozca las asimetrías entre ambas naciones”, afirmó Cerrato, quien destacó la importancia de un entendimiento mutuo para lograr un tratado beneficioso para ambos países.
En resumen, la firma del TLC entre Honduras y China sigue siendo incierta y depende de resolver varios aspectos clave de las negociaciones, mientras ambos gobiernos continúan trabajando en los detalles del acuerdo.