Mirna Wood, líder de los pueblos misquitos, ha denunciado que este lunes 23 de diciembre se cumplen 28 días de resistencia en contra de la construcción de una cárcel en la comunidad de Gracia a Dios, ubicada en la zona de la Mosquitia. La dirigente expresó su descontento por lo que considera una imposición del gobierno de la presidenta Xiomara Castro, señalando que «ya hay un muerto» durante este periodo de protestas.
Wood describió las duras condiciones en las que los pobladores se han mantenido firmes en su lucha: «A la intemperie, bajo la lluvia, mal comidos, mal dormidos, pero defendiendo sus territorios». La líder misquita señaló que la comunidad ha estado levantando su voz de diversas formas, rechazando la instalación de la cárcel de máxima seguridad en Mocorón.
Además, acusó a la presidenta Xiomara Castro de estigmatizar a la comunidad misquita, afirmando que «lo que ha dicho es que somos narcotraficantes». La controversia se desató cuando, el 26 de noviembre, la ministra de Defensa, Rixi Moncada, y el jefe de las Fuerzas Armadas, general Roosevelt Hernández, realizaron una inspección en el departamento de Gracias a Dios, donde se proyecta la construcción de un Centro de Reclusión de Emergencia (CRE) en Mocorón. Este proyecto, que tiene como objetivo albergar hasta 20 mil internos, ha sido impulsado por el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS).
La noticia del nuevo centro penitenciario encendió la alarma entre los habitantes de la región, incluidos ancianos, pueblos indígenas, alcaldes y consejos territoriales. La construcción de la cárcel se convirtió en un tema de gran rechazo entre los pobladores, quienes, al enterarse del proyecto, comenzaron a organizarse para defender su territorio. Aproximadamente 400 misquitos se desplazaron hacia Mocorón para evitar la construcción de la megaestructura.
En un video publicado en redes sociales, Mirna Wood dirigió un mensaje a los diputados del Congreso Nacional, pidiendo su intervención para detener la obra. La dirigente destacó el apoyo de la diputada Erika Urtecho, quien se ha pronunciado en contra de la construcción de la cárcel. Wood solicitó el respaldo de los diputados de todos los partidos, incluidos el Partido Nacional, el Partido Liberal, el Partido Salvador de Honduras (PSH) y el oficialista Libre, para evitar «el derramamiento de sangre» en la zona.
La dirigente misquita también recordó las demandas históricas de la región, como la pavimentación de la pista que conecta Puerto Lempira con otras localidades, enfatizando que el pueblo de la Mosquitia necesita inversiones en infraestructura, no en una cárcel. Marcelo Antonio Herrera, alcalde de Wampusirpi, refuerza esta postura, señalando que la comunidad está unida en su rechazo a la instalación del centro penitenciario y dispuesto a movilizarse en defensa de su territorio.
El llamado de Wood a los diputados fue claro: intervenir y detener la construcción de la cárcel para evitar mayores enfrentamientos y preservar la paz en la región. Aseguró que la comunidad misquita no permitirá que el gobierno avance con este proyecto y que seguirán luchando por su tierra, sin importar las consecuencias.