Un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha revelado que Honduras, junto con Perú, fue uno de los pocos países en América Latina que registró un incremento en los indicadores de pobreza y pobreza extrema en 2023, en comparación con 2019. Ambos países experimentaron un aumento cercano a un punto porcentual en estos indicadores, lo que resalta una tendencia preocupante para la nación centroamericana.
Según el informe Panorama Social de América Latina y el Caribe 2024, Honduras se posiciona como el único país de Centroamérica que ha experimentado este retroceso en la lucha contra la pobreza, una tendencia contraria a la disminución de la pobreza observada en otros países de la región. En general, América Latina logró una reducción promedio de la pobreza, especialmente impulsada por Brasil, que contribuyó en un 80% a la variación positiva en los indicadores. Otros países como Colombia, El Salvador, Paraguay y la República Dominicana también lograron avances importantes, reduciendo la pobreza en al menos un punto porcentual.
Sin embargo, el informe resalta que, en el caso de Honduras, la pobreza extrema se mantuvo estable o incluso aumentó, un reflejo de las dificultades económicas persistentes en el país. Esta situación se complementa con una caída del 2.3% en el ingreso per cápita de los hogares hondureños y una reducción del 3.8% en los ingresos per cápita del trabajo, lo que refleja el deterioro económico que afecta a las familias.
A pesar de estos desafíos, Honduras logró una reducción en su índice de Gini, indicador de desigualdad, con una mejora superior al 1%. Este avance posiciona al país junto a naciones como Colombia, Ecuador y Paraguay, que también han experimentado progresos en la reducción de la desigualdad.
El economista hondureño Roberto Lagos reaccionó al informe, señalando que los datos presentados contradicen el discurso gubernamental sobre una supuesta mejora en la pobreza. Lagos argumentó que las cifras muestran una disminución significativa en los ingresos laborales y del hogar, desmintiendo así las afirmaciones oficiales de reducción de la pobreza.
Por otro lado, el informe también refleja que en otros países de América Latina, como Brasil, Colombia, Costa Rica y Uruguay, los ingresos del hogar aumentaron más que los ingresos laborales, sugiriendo un incremento en otros componentes del ingreso familiar. En contraste, en Honduras, Ecuador y Perú, se observó una caída de más de un punto porcentual en el ingreso per cápita del hogar, asociada a una reducción de más de tres puntos en el componente laboral.
Finalmente, la CEPAL enfatiza que, aunque se ha logrado una disminución de la pobreza extrema en la región, el desafío sigue siendo significativo, especialmente en contextos donde las desigualdades estructurales afectan a grupos vulnerables como mujeres, niños, y poblaciones indígenas y afrodescendientes. Los resultados para Honduras sugieren que los esfuerzos para combatir la pobreza deben intensificarse y reorientarse estratégicamente para lograr avances sostenibles antes de 2030.