En un reciente intercambio en redes sociales, el congresista estadounidense Carlos Giménez arremetió contra Luis Redondo, presidente del Congreso Nacional de Honduras, calificándolo de “lacayo del narcorégimen” de la presidenta Xiomara Castro. Este enfrentamiento destaca las crecientes tensiones entre políticos de ambos países en un momento crítico para la política hondureña.
La controversia se inició cuando Redondo, en su cuenta de X, criticó a Giménez y a su colega María Elvira Salazar, afirmando que eran “hipócritas” y “no valen la pena”. En respuesta, Giménez acusó a Redondo de negar a los hondureños en el exterior su derecho a votar y defendió a la comunidad hondureña en Miami, que, según él, rechaza la “narcodictadura” que se intenta establecer en Honduras.
Este cruce de declaraciones surge en un contexto en el que los congresistas republicanos de Florida han expresado su preocupación sobre el futuro político de Honduras. Salazar y Giménez han advertido que una posible victoria del Partido Libertad y Refundación (Libre) en las próximas elecciones podría ser perjudicial para el país, lo que añade una capa de complejidad a la situación política actual.
Redondo, por su parte, ha recordado a los congresistas estadounidenses la historia reciente de Honduras, destacando la complicidad de ciertos sectores con el ex presidente Juan Orlando Hernández, quien fue extraditado y condenado por narcotráfico. Este comentario ha alimentado aún más el debate sobre la influencia de la política estadounidense en los asuntos internos de Honduras.