La Corte del Distrito Sur de Nueva York ha condenado al exalcalde de Yoro, Arnaldo Urbina Soto, a 226 meses (18 años y 10 meses) de reclusión por delitos relacionados con el narcotráfico. La sentencia fue emitida durante una breve audiencia este jueves, presidida por la jueza Denise L. Cote.
Durante la audiencia, la jueza indicó que las pautas de prisión para este tipo de delitos oscilan entre 324 y 405 meses, mientras que el gobierno de Estados Unidos había recomendado una pena de 240 meses. Por su parte, Urbina Soto solicitó que se considerara el tiempo que ya había pasado en prisión en Honduras.
Urbina Soto, quien asumió la alcaldía de Yoro en 2009, había sido previamente condenado en Honduras por lavado de dinero. La jueza recordó que, según la Fiscalía, los co-conspiradores habían expresado su deseo de que no se volviera a postular para la alcaldía, citando presiones del expresidente Hernández, quien temía que su candidatura perjudicara su propia campaña presidencial.
La Fiscalía argumentó que Urbina Soto había abusado de su poder político para facilitar actividades de narcotráfico en su distrito, contribuyendo al envío de toneladas de cocaína a Estados Unidos. Solicitaron una pena de 20 años de prisión, destacando la gravedad de sus acciones.
La abogada defensora, Carla Sanderson, trató de suavizar la imagen de su cliente, alegando que había tenido una conversión religiosa y que estaba trabajando en la cocina del centro de reclusión en Honduras. Argumentó que no era necesario un castigo adicional, dado que Urbina había podido recibir visitas familiares en su país, algo que no podría hacer en EE.UU.
Al momento de pronunciarse, Urbina Soto imploró clemencia, reconociendo su responsabilidad y pidiendo disculpas, mencionando la ausencia de su esposa por problemas con su documentación. La jueza Cote le recordó su papel en el narcotráfico: “Usted utilizó su posición como alcalde para promover el narcotráfico”.
Finalmente, la jueza Cote decidió que Urbina Soto cumpliría 226 meses de prisión y luego sería deportado. Tras la sentencia, la defensa solicitó que su encarcelamiento se llevara a cabo en Pensilvania, y la jueza suspendió la sesión.