El Movimiento Por Nuestros Hijos, conformado por padres de familia de diversas regiones de Honduras, llevó ante el Congreso Nacional una propuesta ciudadana respaldada por 15,000 firmas. La iniciativa busca establecer la “Ley de Derechos Parentales”, cuyo enfoque principal es rechazar la introducción de la “ideología de género” en el sistema educativo, bajo el lema “Con mis hijos no te metas”.
La propuesta surge como respuesta a lo que los integrantes del movimiento consideran intentos de infiltrar esta ideología en las aulas a través de normativas educativas, como la Ley para la Prevención de Embarazos en Adolescentes, que fue vetada por la presidenta Xiomara Castro tras una movilización del colectivo en varias ciudades el año pasado.
Los miembros del movimiento expresan su preocupación por el impulso de organismos internacionales, como las Naciones Unidas, a este tipo de educación en el país, que consideran una amenaza a los derechos de los padres. Argumentan que la educación se ha convertido en un “instrumento de adoctrinamiento” y enfatizan la necesidad de proteger el Artículo 152 de la Constitución, que garantiza a los padres el derecho de elegir la educación de sus hijos.
El movimiento sostiene que no es suficiente que los padres elijan la escuela; también se requiere un marco legal que les permita decidir sobre el contenido educativo. Por ello, proponen la creación de mecanismos que actúen como “escudos” frente a posibles imposiciones del Estado o de terceros que contradigan sus valores y principios.
La propuesta de la Ley de Derechos Parentales incluye salvaguardar a la niñez y a la familia de cualquier ataque a sus creencias, garantizando que los padres reciban información clara sobre el contenido educativo y que den su consentimiento previo para actividades relacionadas con la educación de sus hijos.
Además, se busca ampliar los derechos de los padres en consonancia con el mencionado artículo de la Constitución, estableciendo directrices claras para los centros educativos y el personal docente sobre los programas y currículos implementados.
El movimiento se manifiesta también comprometido con la educación de los niños y adolescentes en temas de afectividad y sexualidad, insistiendo en que dicha enseñanza debe realizarse “de manera digna”, respetando la biología y principios cristianos. Proponen guías educativas que aseguran han sido exitosamente implementadas en más de 80 países, aunque denuncian que la Secretaría de Educación ha rechazado su recepción.
Finalmente, instan a la presidenta Xiomara Castro, a quien consideran “madre y buena cristiana”, a analizar y potencialmente implementar estas orientaciones en el sistema educativo nacional. El Movimiento Por Nuestros Hijos concluye su comunicado llamando a las autoridades a priorizar el derecho de los padres a decidir sobre la educación de sus hijos, especialmente en lo relacionado con temas de género y sexualidad.