Manuel Zelaya y Xiomara Castro han tomado medidas drásticas para asegurar que los eventos programados para celebrar la independencia de Honduras se desarrollen sin incidentes que afecten la imagen del gobierno. Según informaciones recientes, el temor de posibles manifestaciones y acciones hostiles ha llevado a que se imponga un control estricto sobre los asistentes al Estadio Nacional José de la Paz Herrera.
Para prevenir protestas y evitar que se lancen objetos como orines y excrementos, Zelaya y Castro han dispuesto que solo se permita la entrada de empleados públicos y activistas del partido Libertad y Refundación (Libre) al estadio durante las festividades. Esta decisión responde a la preocupación de que la multitud pudiera expresar descontento con consignas como «fuera el familión».
Una imagen oficial filtrada muestra cómo se han organizado y dividido las ubicaciones dentro del estadio para gestionar y controlar la presencia del público. Esta estrategia busca asegurar que las áreas del estadio estén ocupadas únicamente por los sectores afines al gobierno, minimizando el riesgo de protestas durante el evento.