El mediodía de este viernes, la noticia del fallecimiento de Oswaldo Ramos Soto, exdiputado, exrector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y expresidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), ha conmocionado al país. Ramos Soto, de 77 años, murió tras una larga batalla contra complicaciones cerebrovasculares, que lo mantuvieron en Unidad de Cuidados Intensivos desde el pasado 6 de agosto.
Oswaldo Ramos Soto, nacido el 25 de febrero de 1947, es recordado por su destacada trayectoria en diversos campos. A lo largo de su vida, ocupó varios cargos de alta relevancia, incluyendo su papel como rector de la UNAH, presidente de la Corte Suprema y diputado del Congreso Nacional durante cinco periodos consecutivos, desde 2006 hasta 2022. También presidió el Colegio de Abogados y se desempeñó como decano de la facultad de derecho, entre otros cargos significativos.
El jefe de bancada del Partido Nacional, Tomás Zambrano, confirmó el deceso y expresó su pesar, describiendo a Ramos Soto como un “gran líder del Partido Nacional”. Zambrano subrayó que el país pierde a uno de sus más importantes hijos y extendió sus condolencias a la familia del fallecido.
Ramos Soto también es conocido por su intento de candidatura presidencial en 1989 con el Movimiento Oswaldista, que posteriormente retiró para apoyar a Rafael Leonardo Callejas, quien resultó electo presidente. Aunque su campaña presidencial no fue exitosa, quedó en la memoria colectiva por el curioso incidente de las “cervecitas heladas”, que simbolizaba su promesa de mejorar la calidad de vida en las comunidades más pobres.
Su legado como abogado y político queda registrado en la historia del país, destacándose por su compromiso y servicio a la nación durante más de dos décadas en el Congreso Nacional y otros cargos de responsabilidad. Su contribución al desarrollo del país será recordada con respeto y admiración.