En una declaración pública contundente, la Sociedad Civil de Honduras, representada por la Red por la Defensa de la Democracia (RDD), demandó hoy el cese inmediato de los ataques sistemáticos que han emanado del gobierno hacia diversos sectores de la sociedad. La RDD expresó su más enérgica condena ante los recientes embates dirigidos hacia la Iglesia, los medios de comunicación, organizaciones de la sociedad civil, el sector privado, el sector obrero, defensores de derechos humanos y otros actores esenciales para el funcionamiento democrático del país.
En su pronunciamiento, la RDD delineó cuatro exigencias clave:
- Cese de Ataques y Respeto a Medios de Comunicación: La RDD exige que se detengan de inmediato los ataques contra individuos y organizaciones, y que se garantice la independencia y el respeto hacia los medios de comunicación. La organización demanda un entorno donde prevalezcan el respeto y la convivencia, y donde se protejan los derechos de todos los ciudadanos para no debilitar el acceso a la justicia y la democracia.
- Respeto a la Libertad de Expresión y Participación Ciudadana: Se solicita que se respete la libertad de expresión, asociación y reunión de todos los hondureños. La RDD promueve la participación ciudadana sin discriminación política en la formulación y aplicación de políticas públicas que afectan a toda la población.
- Abstención de Estigmatización y Campañas de Violencia: La RDD insta al gobierno a abstenerse de hacer declaraciones públicas que estigmaticen a integrantes de la sociedad civil y a utilizar medios estatales para campañas que puedan incentivar la violencia contra quienes no están alineados con el gobierno.
- Restablecimiento de la Institucionalidad Democrática: Finalmente, la RDD exige que se adopten las medidas necesarias para superar la crisis del espacio cívico, conforme a los estándares internacionales de derechos humanos. Esto incluye restablecer la institucionalidad democrática, la plena vigencia del Estado de Derecho y las libertades fundamentales.
Esta declaración subraya la creciente preocupación por el deterioro del ambiente democrático en Honduras y hace un llamado urgente a la restauración de los principios básicos de respeto y derechos en el país.