Carlos Hernández, director ejecutivo de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), ha lanzado una advertencia sobre el impacto que la reciente declaratoria de culpabilidad por parte del exdiputado Midence Oquelí en Estados Unidos puede tener en la clase política hondureña. Según Hernández, esta declaratoria ha provocado insomnio y ansiedad en muchos ciudadanos, revelando una creciente preocupación sobre la corrupción en el país.
Hernández destacó que la situación es ahora más compleja, y anticipó que en los próximos meses podrían surgir nuevos nombres en la escena pública, no solo de figuras del pasado reciente, sino también de otros involucrados en la corrupción. Subrayó que el narcotráfico no discrimina por ideologías o colores políticos, y que la corrupción estructural ha abusado gravemente del poder.
El director de ASJ expresó su apoyo a los requerimientos legales y las investigaciones en curso, siempre y cuando estén fundamentados y sean rigurosos. Sin embargo, manifestó su preocupación sobre el futuro de tales acciones judiciales, citando el caso de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad (MACCIH), cuyos resultados no cumplieron con las expectativas de justicia que la población había depositado en ella.
Hernández recordó que, a pesar de la bienvenida que la sociedad hondureña dio a la llegada de la MACCIH, muchos imputados terminaron con sobreseimiento definitivo, lo que llevó a una pérdida general de esperanza en la justicia. En este contexto, subrayó que es crucial que el sistema judicial actúe con total independencia y no se deje influenciar por la política para restaurar la confianza de los ciudadanos.