La Presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ha sido inmortalizada en forma de muñeca Funko, convirtiéndose así en el nuevo ícono de vinilo cabezón que está causando revuelo en las estanterías y redes sociales.
La muñeca se vende por unos módicos cuatrocientos lempiras, convirtiéndose en un objeto codiciado por los aficionados a los coleccionables y por aquellos que desean un recuerdo de la primera presidenta mujer de Honduras.
Xiomara Hortensia Zelaya, hija de la presidenta, compartió con mucha alegría que su mamá y también su papá, Manuel Zelaya, ahora son muñecos Funko.
Estos pichingos no hablan, no piensan, no caminan, no actúan y se caracterizan por sus cabezas desproporcionadamente grandes.