El gobierno de Xiomara Castro y su esposo, Manuel Zelaya, principal asesor, está obstaculizando activamente la instalación de la Comisión Internacional Contra la Corrupción y la Impunidad (CICIH). ¿La razón? Según fuentes internas del gobierno, temen que ellos mismos sean los principales objetivos de las investigaciones.
El Secretario de Estado en los Despachos de Planificación Estratégica, Ricardo Salgado, afirmó que Estados Unidos juega su papel para que no se instale la CICIH. En recientes declaraciones, Salgado admitió entre risas nerviosas que «ellos [Estados Unidos] quieren una CICIH que me persiga a mí», siendo esta una clara evidencia de cómo el gobierno de Castro-Zelaya está utilizando presuntas presiones externas como excusa para evitar el escrutinio de la comisión anticorrupción.
La negativa del gobierno de Castro a cumplir con una de sus promesas electorales clave, la implementación de la CICIH, ha desatado especulaciones y críticas severas. En lugar de enfrentar las acusaciones de corrupción que podrían emerger de una investigación internacional, parecen estar optando por bloquear la iniciativa para protegerse a sí mismos.
La admisión del ministro Salgado pone el descubierto la falta de integridad por parte del régimen Castrista-Zelayista y corrobora que el principal obstáculo para la instalación de esta comisión internacional es el propio gobierno en su afán de encubrir sus escándalos de corrupción.