En un evento organizado con fondos públicos para celebrar el segundo aniversario de mandato de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, se desató un escándalo al ser evidente una secuencia inusual que confirma lo que muchos afirmaban en susurros. Durante el discurso de la mandataria, su esposo, el ex presidente Manuel Zelaya, le giraba instrucciones a su hijo mayor, Héctor Zelaya, para que este escribiera en un papel algo que debía ser incluido en el discurso.
En una inédita secuencia de eventos, se pudo observar claramente cómo Manuel Zelaya indicaba a Héctor que escribiera en un papel una instrucción específica para Xiomara. Héctor procedió a redactar el mensaje y entregó el papel a un edecán de la presidenta, quien lo colocó en el podio frente a Xiomara Castro. Posteriormente, la mandataria leyó el mensaje y cumplió con lo que su esposo le había ordenado decir.
Este incidente confirma lo que se venía especulando durante dos años: Xiomara Castro no tiene el control del gobierno y es Manuel Zelaya quien toma todas las decisiones. La situación representa un severo golpe para la primera presidenta mujer de Honduras, al verse reducida a un papel de simple portavoz.
El hecho ha generado fuertes críticas y cuestionamientos sobre la verdadera dinámica de poder en el gobierno. La revelación de que la presidenta recibe instrucciones de su esposo para su discurso plantea dudas sobre su autonomía y liderazgo efectivo en la administración pública. La oposición ha aprovechado esta situación para denunciar la falta de transparencia y cuestionar la capacidad de Xiomara Castro para gobernar de manera independiente.
Este escándalo podría tener repercusiones significativas en la percepción pública sobre la administración de Xiomara Castro y su capacidad para liderar el país de manera autónoma. La ciudadanía y la oposición demandan explicaciones y una aclaración inmediata por parte de la presidenta sobre este controvertido episodio que ha puesto en entredicho su autoridad.