Hijo del secretario del Congreso Nacional, hijo de la Asistente Ejecutiva de la Presidenta, sobrino de Mel Zelaya y Xiomara Castro, hermano del Ministro de Defensa, primo del Secretario Privado de la Presidenta, hermano de la Secretaria de la Cancillería de la República, su nombre es Guillermo Antonio Zelaya Rosales y él fue llevado como traductor al oneroso viaje que la presidenta hizo a Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
El sobrino de la presidenta fue incorporado a la comitiva bajo el pretexto de desempeñar el papel de intérprete, sin embargo, ha surgido la incertidumbre acerca de sus competencias reales para cumplir eficazmente con dicha función. Este episodio alimenta la percepción de que el gobierno no está seleccionando a sus representantes en función de la experiencia y la capacidad, sino más bien basándose en conexiones familiares.
Se estima que el viaje tuvo un costo total de más de 50 millones de lempiras y la presencia de Guillermo Antonio Zelaya Rosales en la comitiva ha despertado críticas por presuntos actos de nepotismo y un manejo irresponsable de los recursos públicos.
La sociedad hondureña ha expresado su descontento ante el gasto ostentoso de 50 millones de lempiras en un viaje que, según los críticos, carece de justificación económica y social en un momento en el que el país enfrenta numerosos desafíos. La falta de transparencia en la selección del sobrino como intérprete agrega un componente adicional de preocupación, ya que no se puede determinar si esta designación responde a la necesidad real de un intérprete competente o si se trata simplemente de una muestra más de favoritismo.
En un momento en el que la austeridad y la responsabilidad fiscal son más importantes que nunca, este tipo de acciones por parte del gobierno socavan la confianza pública y generan un clima de descontento. La ciudadanía espera que las autoridades asuman la responsabilidad y tomen medidas correctivas para garantizar la transparencia y el buen uso de los recursos públicos en beneficio del pueblo hondureño.