La profesional de la salud murió tras la administración de una inyección, presuntamente, con un medicamento equivocado que le provocó una reacción alérgica, según información preliminar.
Entre las hipótesis del hecho se considera que Gómez Maradiaga habría pedido a una compañera que le suministrara el insumo, pero hubo un error fatal en la preparación que presuntamente ella misma realizó.
Los restos de la enfermera auxiliar fueron trasladados a la Morgue Judicial de Medicina Forense de Tegucigalpa, Francisco Morazán, donde se realizará la respectiva autopsia.
Posteriormente, cuando sea entregada a sus familiares, estos movilizarán el cuerpo al municipio de Morocelí, El Paraíso, su lugar de origen, para llevar a cabo el velatorio y la sepultura.
Parientes, amigos y compañeros elogiaron su carisma, su vocación de servicio y la atención que brindaba a los pacientes en el IHSS.