Una indagación realizada por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Honduras reveló hoy que reclusos relacionados con las pandillas en cárceles del país han sido sometidos a palizas y otros maltratos por parte de la policía militar.
Esto ocurrió después de que el Gobierno transfiriera el control del sistema penitenciario a la policía militar el pasado junio, según la investigación.
«Los reclusos también han sido privados del sueño y se han recortado sus raciones de alimentos y agua, lo que puede equivaler a malos tratos», dijo en una conferencia de prensa la portavoz del organismo, Marta Hurtado.
A continuación, instó al Gobierno a garantizar una supervisión interna y externa de las operaciones militares en las prisiones para prevenir violaciones de los derechos humanos.
«Las denuncias de uso excesivo e innecesario de la fuerza deben ser investigadas con prontitud», recalcó Hurtado.
El organismo reconoció que urge dar solución a los altos niveles de violencia en el país en general y dentro de las prisiones, en particular, pero alertó de que algunas de las medidas que se han tomado pueden dar lugar a abusos.