Pesan las 46 muertes en la cárcel femenina de Támara, las masacres en varios puntos del país y los asesinatos registrados que dejan al cierre del mes de junio, 360 muertes.
Junio se convierte en el mes más violento del año, el mes que dejó a su paso luto y dolor en varias familias hondureñas, según los datos del Sistema Estadístico Policial (Sepol).
En comparación con el año 2022, son 72 muertes más, junio de 2022, cerró con 288 muertes violentas.
Desde el mes de mayo de 2023, se observó el incremento en homicidios cuando la cifra de muertes llegó a 290.
“Honduras es un país que sin estar en guerra produce tantas muertes violentas similar a países que tienen conflictos bélicos”, dijo Migdonia Ayestas, directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Tanto Ayestas como representantes de movimientos feministas están preocupados porque notan que en el 2023, la violencia contra las mujeres se ha recrudecido.
«La demanda principal es el derecho que tenemos a vivir una vida libre de cualquier tipo de violencia», dice Merlin Eguigure, del movimiento Visitación Padilla.
Esta organización desde hace tiempo demanda de la creación de una política de seguridad que coloque a las mujeres en el centro.
«Si existiera una política, las diferentes violencias que sufrimos las mujeres, puedan irse reduciendo poco a poco”, señaló Eguigure.