De acuerdo con el funcionario, la mayor parte de la matrícula (inició 2023 con 2.3 millones) se encuentra en los primeros grados de primaria, justamente donde se enfoca el mecanismo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
«Nos va a permitir tener una línea base y comprender qué hicimos bien y mal en la pandemia; qué hicimos bien y mal cuando regresamos a clase», explicó.
Asimismo, Daniel Sponda externó que prefiere trabajar con el ERCE porque este considera en su evaluación factores asociados que inciden en el aprendizaje de los alumnos, tales como nutrición y aspectos socioeconómicos.
En 2017 dichas pruebas se aplicaron en el territorio nacional, lo que dejó a Honduras mal parado en comparación al resto de América Latina, esto según Sponda, no cambiará y al ser resultados conocidos no vale la pena «invertir recursos, porque no son gratis las pruebas».
Además, «si hacemos la evaluación de PISA, evaluaríamos a la parte más pequeña del sistema y al segmento de la Secretaría de Educación que ya se va a educación superior (universidades)».
En tal sentido, señaló que las pruebas de ingreso a las universidades públicas sirven como un termómetro anual la situación de la educación media.