Varias unidades de taxi de la ciudad de San Pedro Sula no están operando desde sus puntos fijos, según se maneja, el temor invadió a los conductores de estas unidades móviles producto del cobro de extorsión.
Los trabajadores de este rubro que cubren diferentes rutas de los barrios y colonias sampedranas decidieron no llegar a donde habitualmente recogen sus pasajeros y esta mañana trabajan de manera diferente.
Por su parte, la criminalidad y extorsión son flagelos que sufre la ciudadanía hondureña, desde el que tiene una pulpería, transportistas, emprendedores hasta la micro y pequeña empresa, quienes se ven obligados a pagar la cuota o a cerrar su negocio, que muchas veces es su única fuente de ingresos.