Las compras directas, un mecanismo que deja muchas dudas en el camino, se está volviendo una costumbre en el actual gobierno, advirtió el titular de la Asociación Para Una Sociedad Más Justa (ASJ), Carlos Hernández.
“El Estado tiene un problema serio de planificación, no se planifica, se llega al punto de emergencia y se tiene que acudir a mecanismos que tradicionalmente sabemos que son más vulnerables a la corrupción (compras directas)”, declaró Hernández a periodistas en Tegucigalpa.
“Las compras directas en el presente gobierno ya lo estamos viendo como práctica y como una norma”, lamentó el titular de ASJ.
Contextualizó que todo el año 2022 se realizaron compras directas y este año se avanza por el mismo camino.
Consideró que las compras directas son un mecanismo vulnerable a la corrupción y no se debe abusar de este mecanismo que solo se debe aplicar durante una emergencia.
Con base en lo anterior exhortó a las actuales autoridades del país a fortalecer la oficina normativa de compras y contrataciones del Estado.
Alertó que existen muchas compras directas que ya se han hecho y que no aparecen en el sistema y eso no permite que se argumente que no existe corrupción.