El papa Francisco visitó este viernes la embajada rusa ante la Santa Sede para manifestar «su preocupación por la guerra» en Ucrania, en un gesto inusual y a pesar de que ha tenido que anular todos sus compromisos por fuertes dolores en la rodilla.
El pontífice argentino, de 85 años, se trasladó a la sede de la embajada rusa ante la Santa Sede, a pocos metros del Vaticano, para manifestarle al embajador Alexander Avdeev su «preocupación por la guerra» tras la invasión la madrugada del jueves de Ucrania por parte de tropas rusas, informó un vocero papal. El papa, que anuló este mismo viernes su viaje el domingo a Florencia, en el centro de Italia, por un agudo dolor a la rodilla (gonalgia), se presentó en automóvil en la sede diplomática, a pocos metros de la Plaza de San Pedro, donde permaneció más de media hora, precisó la página de noticias del Vaticano, Vatican News.
La noticia fue luego confirmada por el embajador ruso, quien en declaraciones a los medios de su país, aseguró que el papa manifestó ante todo su preocupación «por los niños, los enfermos y todos los que sufren»· Por su parte el corresponsal de la agencia de noticias argentina Telam, quien estaba presente a la llegada del papa, confirmó la reunió con el embajador Avdeev, lo que muchos han interpretado como un gesto a favor de una mediación papal.
En un tuit, enviado en varios idiomas, entre ellos ruso, el papa afirmó que «toda guerra es una claudicación vergonzosa». «Toda guerra deja al mundo peor que como lo había encontrado. La guerra es un fracaso de la política y de la humanidad, una claudicación vergonzosa, una derrota frente a las fuerzas del mal», escribió Francisco, citando una frase de su última encíclica «Fratelli tutti» dedicada a la fraternidad.
El pontífice, que el miércoles pidió «preservar al mundo de la locura de la guerra», en numerosas ocasiones ha lanzado llamados a favor de la paz y contra la guerra y hasta ahora ha evitado condenar directamente a las partes involucradas. El jueves, pocas horas después del ataque a Ucrania por parte de las tropas rusas, el Vaticano consideró que «aún había espacio para negociar», «para encontrar una salida pacífica al conflicto ruso-ucraniano».