El Salvador cumple este miércoles dos años desde que el presidente Nayib Bukele ingresó con soldados armados con fusiles de asalto a la Asamblea Legislativa, una acción que fue catalogada como «intento de golpe de Estado» y que, a criterio de expertos consultados por Efe, ha traído «graves efectos» para el país.
El presidente Bukele entró el 9 de febrero de 2020 en el recinto legislativo custodiado por policías y soldados para, según reconoció después, presionar a los parlamentarios de ese momento para la aprobación de un millonario préstamo para el plan gubernamental de seguridad.
Dicho préstamo fue aprobado finalmente el 12 de mayo de 2021 por la nueva legislatura, dominada por el oficialismo, la cual también destituyó, en su primera sesión plenaria el 1 de mayo de ese año, a magistrados constitucionalistas y al fiscal general.
De acuerdo con dos expertos consultados por Efe, dicha acción del presidente Bukele ha dejado «graves efectos» que «mantienen a El Salvador con una imagen negativa a nivel internacional» en lo político y que trascienden a lo económico.