Xiomara Castro, del Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), asumió este jueves la presidencia de Honduras, rodeada de líderes de izquierda latinoamericanos pero con la ausencia de varios mandatarios regionales.
En cuanto a máximos dirigentes solo estuvieron presentes el rey de España, Felipe VI; el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, y el primer ministro de Belice, Juan Antonio Briceño.
Entre los presentes predominaron vicepresidentes, cancilleres (ministros de Relaciones Exteriores) y expresidentes de América Latina y el Caribe, así como de Estados Unidos (EE.UU.) y de Asia.
En la ceremonia estuvieron la vicepresidenta de EE.UU, Kamala Harris; la de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner; el de Cuba, Salvador Valdés Mesa; la de República Dominicana, Raquel Peña, y el de Taiwan, William Lai.
Los cancilleres que asistieron este jueves a la investidura de Castro son Marcelo Ebrard, de México; Denis Moncada, de Nicaragua, y Erika Mouynes, de Panamá.
Los expresidentes de Brasil Dilma Rousseff, y el de Paraguay Fernando Lugo, también estuvieron presentes en la toma de posesión, que se celebró en el Estadio Nacional, de Tegucigalpa.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y el de Nicaragua, Daniel Ortega, no asistieron a la ceremonia, así como representantes del Gobierno de Venezuela
Castro liderará Honduras por un periodo de cuatro años, en los que afrontará grandes retos como la pobreza -casi del 70 % de la población-, el drama migratorio y la corrupción, que ha llegado a salpicar al presidente saliente, Juan Orlando Hernández.
La presidenta electa, quien anunció su gabinete pocas horas antes de asumir el poder, dijo que hoy comenzaba «el gobierno del pueblo».
Castro ha pasado de ser primera dama, cuando su marido Manuel Zelaya -derrocado en 2009 por un golpe de Estado- era presidente de Honduras, a ser la primera mujer en llegar a la presidencia.