El presidente Juan Orlando Hernández propuso este jueves en la Cumbre de Sistemas Alimentarios, realizada en el marco del Asamblea General de las Naciones Unidas, que se garantice el acceso permanente de los niños a la educación, nutrición y salud, y destacó los esfuerzos de Honduras por recuperar el nivel de los menores que recibían alimentos en las escuelas antes de la pandemia de covid-19.
Hernández, que emitió su mensaje de manera virtual, también refirió que Honduras ha trabajado en promover medios de vida equitativos para reducir las desigualdades, así como crear resiliencia ante las vulnerabilidades, las conmociones y las tensiones.
El gobernante dijo que Honduras ha enfrentado en estos dos últimos años la peor crisis de su historia y recordó que la pandemia puso de rodillas el sistema de salud y amenazó “gravemente la producción de alimentos, poniendo en grave peligro la seguridad alimentaria”.
“Como si esto fuera poco, en noviembre de 2020 fuimos golpeados severamente por dos huracanes mortíferos, Eta y Iota, causando pérdida de vidas, severos daños en los cultivos y una destrucción sin precedentes de nuestra infraestructura”, manifestó el mandatario.
El ejemplo del Corredor Seco
Hernández recordó que cuando inició su Gobierno, en 2014, dijo que se iba a hacer del Corredor Seco una zona altamente productiva y muchos pensaron que era un error por las condiciones climatológicas imperantes.
“No nos equivocamos”, dijo para luego añadir que “sí se podía desarrollar el Corredor Seco, pero había que ser creativos, pensar fuera de la caja, no seguir haciendo lo mismo para no obtener los mismos resultados”.
Hernández afirmó que la hoja de ruta de Honduras se concentra en dos vías y apuntó que la primera de ellas busca promover medios de vida equitativos y reducir desigualdades.
Bajo ese segmento, Hernández aseguró que Honduras propone reformas jurídicas, institucionales y de políticas públicas en torno a la seguridad alimentaria y la nutrición, y una fuerte inversión en infraestructura digital dirigida a las zonas rurales, dando acceso a las plataformas digitales de educación, capacitación, salud, comercio y trabajo remoto o “smart working”.
La resiliencia
Hernández dijo que Honduras se ha decidido a crear resiliencia ante las vulnerabilidades, las conmociones y las tensiones, sabiendo que como país se tienen metas claras en torno a la alimentación escolar.
En torno al tema de la merienda escolar, dijo que Honduras apunta a recuperar el nivel de niños que recibían alimentos en las escuelas antes de la pandemia (1,3 millones), para 2022.
De igual forma, para 2030 se trabaja para mejorar la calidad, cantidad y eficiencia de los programas de alimentación escolar, de forma que cubran a todos los niños e incluyan, además de producción de alimentos nutritivos en forma sostenible y asequible mediante el uso de agrotecnología, el acceso a plataformas de conectividad digital con autosostenibilidad energética.
Bajo esta visión, el Programa de Alimentación Escolar se convierte en el eje central del desarrollo de los pueblos, ya que resuelve de raíz las causas subyacentes del hambre, la pobreza y la violencia, dijo Hernández.
Es el momento de actuar
El presidente Hernández aseguró de manera firme que “se acabó el tiempo de las palabras” y que “es nuestro deber actuar hoy para garantizar el acceso permanente a la nutrición, salud, y educación que necesitan para crecer, educarse y desarrollarse de forma sana y plena, rodeados por su familia, en sus propias comunidades”.
También aseveró que se hace necesario asegurar el privilegio de preservar intactas las tradiciones y culturas en un ambiente de paz, así como participar activamente en el mercado global del futuro, en condiciones de equidad, igualdad y justicia.
“Y haciendo eco al secretario general de las Naciones Unidas (António Guterres), demostremos este día que somos capaces de prosperar en armonía con el planeta y pensando en el bienestar de todas las personas, sin dejar a nadie atrás”, concluyó Hernández.