Alrededor de 86 millones de niños, niñas y adolescentes siguen fuera de las aulas en América Latina y el Caribe debido a la pandemia de la covid-19, alertó este jueves Unicef en base a sus últimas estimaciones.
«Durante los últimos 18 meses, la mayoría de los niños, niñas y adolescentes de América Latina y el Caribe no han visto a sus profesores o amigos fuera de una pantalla. Los que no tienen internet, directamente no los han visto”, dijo la directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Jean Gough.
Gough señaló que «la educación virtual debe continuar y mejorar, pero está claro que durante la pandemia las familias más marginadas no han tenido acceso al aprendizaje».
Y añadió que «cada día fuera de las aulas acerca a los niños, niñas y adolescentes más vulnerables a la deserción escolar, la violencia de las pandillas, el abuso o la trata de personas».
La agencia de la ONU también destacó que unos 47 millones de menores en la región retornaron al «aprendizaje presencial» debido a los «esfuerzos de varios países por acelerar la reapertura de las escuelas, ya sea parcial o totalmente».
«Es esperanzador ver que cada día se reabren más escuelas y más niños, niñas, adolescentes, maestros y profesores vuelven a la escuela en América Latina y el Caribe», declaró Gough.
Latinoamérica ha «tenido más tiempo de cierre ininterrumpido de escuelas que cualquier otra región del mundo» durante la pandemia. Se perdió una media de 153 días de clase presencial desde el inicio la crisis sanitaria, causando la mayor interrupción del aprendizaje en la historia moderna de la región, afirmó el ente de la ONU.
La escuela actúa como un «espacio seguro» para que los menores «interactúen, jueguen y crezcan juntos», sostuvo Unicef, y recalcó que los colegios no están asociados con un aumento de la transmisión de la covid-19.
Incluso, en las áreas con unos altos índices pandémicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda considerar el aprendizaje presencial.
«Cada vez son más los países de la región que demuestran que el aprendizaje presencial es posible; otros deben devolver urgentemente a sus niños, niñas y adolescentes a las aulas», apuntó Gough.
La directora señaló que «los riesgos de permanecer fuera de la escuela son demasiado altos (…) los niños, niñas y adolescentes de esta región ya han perdido más de un año de escuela. No pueden permitirse perder otro día de aprendizaje presencial».
Unicef ha colaborado con los países en el desarrollo de estrategias de regreso a la escuela e instó a los Gobiernos de la región a «a abrir todas las escuelas lo antes posible».
También, Unicef, el Banco Mundial y la Unesco hicieron un llamado conjunto para realizar programas específicos para retornar a las escuelas, ayudar a los estudiantes a recuperar el aprendizaje perdido, y apoyar a los docentes a incorporar la tecnología digital a su enseñanza.