Actuando con rapidez tras la promesa del presidente Joe Biden de tomar represalias por el mortífero atentado suicida del jueves en el aeropuerto de Kabul, el ejército estadounidense dijo que utilizó aeronaves no tripuladas para matar a un miembro de la filial afgana del grupo Estado Islámico.
El ataque norteamericano se produjo el sábado, hora local, en medio de lo que la Casa Blanca calificó de indicios de que ISIS planeaba atacar de nuevo, mientras la evacuación del aeropuerto de Kabul liderada por Estados Unidos entraba en sus últimos días. Biden estableció el martes como fecha límite para completar la salida.
Luego de que Biden autorizó el ataque con drones, el secretario de Defensa Lloyd Austin dio la orden final, dijo un funcionario de Defensa, que habló bajo condición de anonimato para proporcionar detalles que aún no se han anunciado públicamente.
El ataque aéreo fue lanzado desde fuera de Afganistán menos de 48 horas después del devastador atentado de Kabul que mató a 13 estadounidenses y a decenas de afganos cuando apenas quedan días para la retirada final de Estados Unidos tras 20 años de guerra. El Comando Central de Estados Unidos proporcionó pocos detalles, pero dijo creer que su ataque no había matado a ningún civil.
La rapidez con la que el ejército estadounidense tomó represalias refleja su estrecha vigilancia de ISIS y sus años de experiencia en atacar a extremistas en zonas remotas del mundo, pero también muestra los límites del poder de Estados Unidos para eliminar las amenazas extremistas, que algunos creen que tendrán más libertad de movimiento en Afganistán ahora que el Talibán está de nuevo en el poder.
El Comando Central norteamericano dijo que el ataque con drones se llevó a cabo en la provincia de Nangahar contra un miembro de ISIS que se cree que estuvo involucrado en la planificación de ataques contra Estados Unidos en Kabul. El ataque del sábado mató a un individuo, precisó el portavoz, el capitán de la Marina William Urban.
No estaba claro si el individuo atacado estuvo implicado directamente en la explosión suicida del jueves ante las puertas del aeropuerto de Kabul, donde una multitud de afganos intentaba desesperadamente entrar como parte de la evacuación en curso.
El ataque aéreo se produjo después de que Biden declarara el jueves que los autores del atentado no podrían esconderse. “Los perseguiremos y los haremos pagar”, sentenció. Los líderes del Pentágono dijeron a los periodistas el viernes que estaban preparados para cualquier acción de represalia que el presidente ordenara.
“Tenemos opciones en este momento”, dijo el mayor general Hank Taylor, del Estado Mayor Conjunto del Pentágono.-AP