Más de doscientas familias damnificadas por el desbordamiento de ríos en Santa Bárbara recibieron hoy apoyo del Gobierno con alimento solidario.
A primera hora, la primera dama, Ana García de Hernández, se trasladó hasta la aldea San José de Oriente del municipio de Ilama (Santa Bárbara); allí más de 100 familias quedaron sin hogar y 17 comunidades incomunicadas por varios días posteriores al paso de las tormentas Eta e Iota y por el estrago ocasionado por el caudaloso río Cececapa.
En Chinda, recorrió el barrio Brisas del Ulúa; allí, donde antes habían viviendas, campos de fútbol, huertos familiares y milpas, ahora luce como playa abandonada y desolada, pues el río Ulúa arrancó y arrastró muchas viviendas y sepultó bajo la arena otras.
El ambiente luce como de película, ahora con las aguas ya reducidas en su caudal, bajo el imponente sol y la tristeza de ver ante sus ojos lo que antes fueron sus casas destruidas y soterradas, las familias escuchan el mensaje que casa por casa lleva la primera dama en representación del presidente Hernández.
“Hoy traemos apoyo humanitario a las familias damnificadas de Santa Bárbara, ante esta desgracia que sufren cientos de hogares que lo perdieron todo, queremos entregar el mensaje que no están solos, que les vamos a acompañar para que puedan empezar de nuevo”, manifestó la esposa del mandatario.
Reubicación
La reubicación es inevitable; las familias que perdieron por completo sus viviendas serán reubicadas en otro sector que no sea de alto riesgo y peligro para la integridad física de las personas.
“Muchos hogares serán reconstruidos, pero la mayoría que viven en zonas de alto riesgo serán reubicadas en otra área que designe cada autoridad municipal, y de allí, serán incorporadas a los beneficios sociales que ofrece el Gobierno”, puntualizó la primera dama.
A los recorridos asistieron la viceministra de Desarrollo e Inclusión Social, Doris Mendoza; el subcomisionado de Copeco, Gustavo Cruz, y los alcaldes de Ilama, Agustín Muñoz, y de Chinda (Santa Bárbara), Mirian López.