Estados Unidos le dio la autorización final el viernes a la primera vacuna de la nación contra el COVID-19, medida que podría marcar el principio del fin de un brote que ha dejado casi 300.000 estadounidenses muertos, según una persona al tanto de la decisión pero no autorizada para hablar públicamente sobre ella.
Se prevé que en los próximos días comiencen a aplicarse inyecciones a trabajadores de salud y residentes de asilos después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos autorizó la utilización de emergencia de la que promete ser una vacuna con un elevado nivel de protección desarrollada por Pfizer Inc. y su socio alemán BioNTech.-AP