Francisco Sagasti quedó con la vía despejada para convertirse en el nuevo presidente interino del Perú luego de su designación el lunes como líder en el Parlamento tras la renuncia de su antecesor la víspera en medio protestas que dejaron dos muertos y más de 100 heridos.
El ingeniero, de 76 años, será el cuarto presidente desde 2016 y sucederá a Manuel Merino, quien dimitió el domingo tras gobernar por seis días entre manifestaciones no vistas desde hace 20 años cuando los peruanos protestaban contra la corrupción de Alberto Fujimori (1990-2000).
En un gesto de intentar proximidad con los ciudadanos, Sagasti salió del Palacio Legislativo y se acercó hasta pocos metros de los manifestantes que lo saludaron a la distancia e hicieron sonar sus bocinas. Fue un gesto que su antecesor Merino jamás hizo en su brevísimo gobierno.
Poco antes, en un discurso en el hemiciclo les pidió a los legisladores concentrarse en tareas “concretas” en los ocho meses restantes de gobierno. Dijo que las protestas son “un poderosísimo llamado de atención” y que se debe “aceptar y encausar” la indignación juvenil.
Sin dar detalles, sugirió mejorar las normas para prevenir la violencia durante las protestas. Los reportes de la fiscalía y fotografías de médicos de emergencias muestran que la policía usó perdigones de plomo y canicas de vidrio.
“No bastó la pandemia, la crisis económica, la inseguridad, tuvimos que esperar la muerte de dos jóvenes para que nos caiga encima toda la enormidad de la situación que estamos viviendo”, dijo en referencia a dos veinteañeros que protestaban y murieron en choques contra la policía.
Las autoridades médicas indicaron que Jack Bryan Pintado Sánchez, de 22 años, y Jordan Inti Sotelo Camargo, de 24 años, murieron por impactos de arma de fuego. Pintado recibió 10 perdigones de plomo en el cráneo, rostro, cuello, brazo y tórax, mientras que Sotelo cuatro disparos en el tórax.
En medio de las críticas que soportan los legisladores, el ingeniero industrial dijo que ofrecía confianza, que es “lo que falta a nuestro país en este momento”, junto a empatía y responsabilidad.
Sagasti, del centrista Partido Morado, fue elegido por los legisladores en una lista única acordada antes para dirigir el Parlamento. Al no existir presidente, ni vicepresidente, ni segundo vicepresidente, de acuerdo con la ley, el líder del Parlamento se convierte en mandatario.
El político, amante de la música clásica, trabajó en el Banco Mundial y fue asesor en gobiernos peruanos. Tiene un doctorado en la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania.
La crisis política empezó el 9 de noviembre cuando el Congreso acusó y destituyó al entonces presidente, Martín Vizcarra, un político popular acusado de corrupción sin pruebas concluyentes.
Manuel Merino, que era líder del Parlamento y orquestó la caída de Vizcarra, lo reemplazó, pero su gobierno fue impopular y causó protestas reprimidas con brutalidad por la policía, en las que ocurrieron las dos muertes. Luego de que más de la mitad de sus ministros abandonaran el gabinete y los militares le retiraran su apoyo, Merino renunció al mediodía del domingo.
Desde ese momento los legisladores no lograron elegir al nuevo mandatario hasta que alcanzaron un consenso con Sagasti a la cabeza.
La Fiscal General Zoraida Avalos anunció el lunes que investiga por homicidio doloso a Merino, a su ex primer ministro Antero Flores-Aráoz y al exministro del Interior, Gastón Rodríguez.
La investigación también determinará si se cometieron lesiones graves, leves y desaparición forzada de personas. “Puedo asegurarles que estas muertes no quedarán impunes”, dijo Ávalos en una comunicación publicada en la página oficial de Facebook de la Fiscalía.
La víspera grupos de derechos humanos también denunciaron ante la fiscalía como autores mediatos de asesinato agravado a Merino, a Flores-Aráoz, a Rodríguez y a varios jefes policiales.
La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos reportó 112 heridos en las manifestaciones del sábado y organizaciones que defienden a periodistas sumaron más de tres decenas de agresiones a reporteros, incluidos heridos con perdigones lanzados por la policía.
Los defensores de derechos humanos reportaron además el empleo de gas lacrimógeno cerca de iglesias y hospitales. “Estamos documentando casos de brutalidad policial en el centro de Lima”, escribió en Twitter el sábado José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch. “Todo indica que la represión contra manifestantes pacíficos se está intensificando”.
El lunes en Nueva York, Stéphane Dujarric, portavoz del Secretario General de las Naciones Unidas Antonio Guterres, dijo que éste estaba muy preocupado por reportes de “excesivo uso de la fuerza y violencia” por parte de las fuerzas de seguridad de Perú contra los manifestantes.
Guterres “expresa sus condolencias a las familias de las víctimas y espera que las autoridades lleven a cabo una investigación imparcial e independiente de estos eventos”, dijo Dujarric.
El vocero también señaló que espera que todas las partes trabajen por una solución “rápida e institucional” a la crisis política que vive Perú a través del “diálogo inclusivo con total respeto a la ley”.
La crisis política se sumó a la económica y sanitaria en país afectado por el nuevo coronavirus. Los analistas políticos afirman que la crisis constitucional ha puesto en peligro la democracia del país.
Hasta el lunes en el país se han reportado 937.011 casos de coronavirus y 35.231 fallecidos, según el Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.
El grueso de los jóvenes que protestaron durante la semana eran veinteañeros, pero también se observaron a amas de casas y jubilados. Los analistas indicaron que era la aparición de una nueva generación sin miedo, ni siquiera de ser acusada injustamente de integrar Sendero Luminoso, un desparecido grupo terrorista que causó miles de muertes entre 1980-2000.
“Creo que esta es la crisis democrática y de derechos humanos más grave que hemos visto desde Fujimori”, señaló Alonso Gurmendi profesor de la Universidad del Pacífico de Perú.
En abril se realizarán las elecciones presidenciales y legislativas en Perú y Sagasti culminará su gestión el 28 de julio de 2021, cuando entregue el poder al ganador de los comicios.-AP