Perú se sumía el domingo en el caos político y la presión aumentaba para que renunciara el presidente de Perú, tras una noche de protestas en la que dos manifestantes fueron asesinados.
Al menos nueve ministros del gabinete de Manuel Merino renunciaron el domingo y el presidente del Congreso programó una sesión de emergencia para discutir la renuncia del mandatario.
La seguridad social informó la noche del sábado que dos hombres fallecieron por heridas de armas de fuego en la capital. El Ministerio de Salud añadió que 63 resultaron heridos, entre ellos 19 por politraumatismos, 19 por inhalación de gases lacrimógenos y nueve por heridas de proyectil.
El presidente del Congreso, Luis Valdez, pidió la renuncia de Merino y añadió a la televisora N que la junta directiva del Parlamento se reunirá el domingo para elegir un nuevo presidente del Congreso que lo reemplace a él en el cargo y, en caso de que Merino dimita, el reemplazante sería el nuevo presidente de Perú.
Al momento unos nueve ministros de Merino renunciaron tras las muertes, entre ellos los secretarios de Defensa, Educación, Salud, Mujer, Comercio Exterior, Agricultura, Cultura, Vivienda y Energía.
El primer ministro, Antero Flores-Aráoz, dijo a la radio RPP que el presidente no le respondía el teléfono. “Lo estoy llamando y no logro comunicarme”, comentó. Cuando se le preguntó cuántos ministros habían renunciado, Flores-Aráoz dijo “no tengo la más remota idea”.
Las dos muertes ocurrieron en medio del excesivo uso de la fuerza por parte de la policía, una práctica denunciada ya el viernes por Human Rights Watch. La Asociación Nacional de Periodistas indicó el sábado que entre el lunes y el jueves hubo 35 ataques a reporteros y añadió que “29 han sido perpetrados por agentes policiales y 6 por sujetos no identificados en el marco de las manifestaciones ciudadanas”.
Merino, de 59 años, no había realizado declaraciones públicas al momento. Más temprano descartó a la radio RPP que las manifestaciones fueran contra su gobierno y añadió que los jóvenes protestaban contra el desempleo o por no haber culminado sus estudios.
Esto ocurre “en el marco de su propia preocupación por la pérdida de trabajos, por no haber culminado sus estudios universitarios o por el caos que hemos vivido en esta pandemia”, sostuvo.
Las protestas del sábado se llevaron a cabo en las principales ciudades de los Andes y la Amazonía. En Lima más de 5.000 manifestantes con mascarillas y protectores faciales llevaban carteles que decían “Merino no es mi presidente”, entre otras frases.
Merino asumió el poder el lunes luego que el Congreso, que él dirigía, destituyó de la presidencia a Martín Vizcarra mediante una cláusula vaga llamada “incapacidad moral permanente”. Se convirtió en el tercer presidente peruano desde 2016, desnudando la fragilidad política del país.
Los manifestantes, que no reconocen a Merino y lo consideran ilegítimo, son en su mayoría jóvenes que se enteran de las convocatorias a través de las redes sociales. Vizcarra ganó enorme popularidad en 2018 por iniciar una cruzada anticorrupción en un país donde los expresidentes de los últimos 35 años están investigados o condenados por casos de corrupción.
Vizcarra tiene prohibido salir del país por un periodo de 18 meses y se encuentra bajo indagación de la fiscalía al ser acusado por otros investigados de recibir una coima hace seis años cuando fungía como gobernador de la región Moquegua. Él negó las acusaciones y anunció que colaborará con las pesquisas.
Cientos de manifestantes protestaron frente al edificio donde vive Merino y lo iluminaron proyectando la frase “no es mi presidente”.
Vizcarra dijo la noche del sábado en su cuenta de Twitter: “lamento profundamente las muertes ocurridas a causa de la represión de este gobierno ilegal e ilegítimo”. Añadió que “el país no permitirá que la muerte de estos valerosos jóvenes quede impune”.
Las marchas son las primeras tras una atenuación de los contagios de coronavirus. La propagación de COVID-19 ha convertido a Perú en uno de los países con mayor número de decesos per cápita en todo el mundo y ha sumido a la economía nacional en una recesión con una proyección de pérdida en 2020 de 14 puntos del Producto Interno Bruto, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El gobierno de Merino prometió que su gabinete ministerial iba a ser multipartidario, pero eligió a uno de tendencia conservadora. El primer ministro Antero Flores-Aráoz, de 78 años, dijo durante la semana desconocer las razones por las que protestaban los jóvenes.
Alberto Vergara, politólogo de la Universidad del Pacífico de Perú, calificó al gabinete como “viejo, amargado, rancio, cerrado al mundo… que ni siquiera puede pronunciar la palabra Instagram”.
Vergara agregó que el nuevo gobierno está construyendo “un régimen autoritario que socava la democracia”, que incluye una brutalidad policial y una “recepción fría” de la comunidad internacional.
El presidente Merino ha dicho que en las protestas participan “grupos anárquicos que quieren generar el caos” y no lo va a permitir. La policía ha respondido con extrema dureza a las marchas ,lanzando gas lacrimógeno y perdigones y disparando tiros al aire.
Si Merino continúa en el poder, debe completar el mandato de Vizcarra y entregar el poder el 28 de julio de 2021.-AP