El pastor hondureño Guillermo Maldonado anunció que está en proceso de divorcio de su esposa Ana Maldonado.
Según el máximo líder de la numerosa e influyente iglesia a nivel mundial, El Rey Jesus, fue ella quien solicitó la separación ante la Secretaría de los Tribunales del Condado de Miami-Dade.
Declaración del Apóstol Guillermo Maldonado
Me duele mucho anunciarles que mi esposa Ana el mes pasado me pidió el divorcio. Algunos de ustedes tal vez ya hayan escuchado esta noticia de otra fuente. He querido tomar tiempo para compartir esto públicamente, porque esperaba y oraba que pudiéramos reconciliarnos. Aunque nadie puede decir que es un cónyuge perfecto, durante mis 32 años de matrimonio con Ana, siempre he buscado honrarla a ella y a nuestros hijos. Cuando prometí amar, honrar y cuidar a Ana, lo dije de corazón, y así lo he hecho. Mi familia ha sido, y siempre será, una prioridad. Quiero dejar muy claro que nunca ha habido un caso de infidelidad o fracaso moral en nuestro matrimonio.
Continúo buscando la sabiduría de Dios y el consejo de mis mentores espirituales. Les he pedido a algunos de mis hijos espirituales, amigos de nuestro ministerio, así como a mi padre espiritual, el obispo Bill Hammon que hoy está aquí, que me ayuden a ministrar y enseñar en nuestros servicios y en todo el ministerio durante las próximas semanas, a fin de darme tiempo para concentrarme en mi familia. Les aseguro que este ministerio continuará avanzando como Dios ha querido.
Humildemente, pido sus oraciones para toda nuestra familia, y que respeten nuestra privacidad durante este tiempo difícil.
Declaración de la Junta del Ministerio El Rey Jesús:
La Junta de Directores y el Consejo Ejecutivo de Ministerio Internacional El Rey Jesús estmos tristes por la noticia acerca de la separación matrimonial del Apóstol Guillermo y la Profeta Ana. Amamos a la familia Maldonado y queremos apoyarlos mientras atraviesan esta difícil situación. Les pedimos que hagan extensiva la oración, la gracia y el amor a cada miembro de su familia durante este tiempo; y como dice la Escritura en Hebreos 12:2, que mantengamos nuestros ojos puestos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe.