Irán hace emulaciones de ataque a portaaviones de Estados Unidos

Las aguas del crítico estrecho de Ormuz y sus alrededores están siendo estos días escenario de la exhibición de músculo anual de las fuerzas militares iraníes. Una de las novedades de la 14ª edición de los juegos de guerra ‘Gran Profeta’ ha sido la participación de un curioso sparring: un objetivo flotante que recrea un portaviones como los que EEUU ha desplegado en la región durante los recientes picos de tensión con Irán.

En varios vídeos de las maniobras militares, ampliamente difundidos por los medios iraníes, puede apreciarse cómo unidades acuáticas y aéreas golpean la falsa nave. Un equipo de submarinistas instala bombas magnéticas por debajo de la línea de flotación de un buque mientras que misiles y drones disparan proyectiles. Finalmente, en una de las imágenes puede verse cómo una escuadra de planeadoras, con las que la Guardia Revolucionaria patrulla la costa sur iraní, rodean el armatoste.

La agencia Tasnim informa de que en los juegos de guerra, en los que participan las divisiones Naval y Aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución, se han empleado «misiles, drones y radares, diseñados para actuar tanto en misiones ofensivas como defensivas». La mayoría de equipamientos utilizados son de fabricación nativa, una de las respuestas iraníes al desafío que han supuesto, para su Defensa, años de sanciones internacionales al país.

Durante los ejercicios militares, explican medios iraníes, las fuerzas armadas han disparado misiles tierra-tierra, tierra-aire, mar-mar y costa-mar. Aviones rusos tipo Sukhoi-22 han disparado contra objetivos establecidos en la isla Farur, en el Golfo Pérsico. En su segunda jornada, según Tasnim, se dispararon con éxito misiles balísticos «escondidos de forma camuflada bajo tierra», en una localización no concretada.

Aunque su realización es periódica, tamaño despliegue ha servido para mandar un mensaje a los EEUU. La tensión bilateral persiste desde el pasado verano, cuando una serie de incidentes, entre ellos explosiones en varios petroleros -atribuidas por Washington a Irán- y un ataque a unas instalaciones de Aramco convirtieron Ormuz en material inflamable. El pasado enero, el asesinato a manos estadounidense del general iraní Qasem Soleimaní estuvo a punto de desembocar en una guerra.

En las últimas semanas, una serie de fuegos y explosiones en Irán, en concreto uno en un centro de ensamblaje de centrifugadoras nucleares en Natanz, han realzado la tensión. El fin de semana pasado, cazas estadounidenses acosaron a un avión comercial iraní, motivando una denuncia de Teherán ante la autoridad internacional de la aviación civil. Algunos expertos han sugerido que Israel podría estar tratando de provocar a su enemigo iraní para desatar un choque antes de las elecciones estadounidenses.

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