Estamos en pleno verano, en la víspera de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Todo está listo para que mañana 69.089 espectadores den la bienvenida al evento deportivo más importante del año en el Estadio Olímpico de la capital de Japón. Todo apunta a que serán unas Olimpiadas únicas.
Los 11.000 atletas de 206 países que competirán por 339 medallas de oro en 33 deportes están preparados. Los 25.000 periodistas que harán la cobertura ya han empezado a escribir sus primeras crónicas del ambiente en las 43 sedes. A Tokio también ya han llegado gran parte de los 10 millones de visitantes que se esperan. Y la imagen de las mascotas de los Juegos, Miraitowa y Someity, dos personaje futuristas, están por todas partes.
Como utopía está bien, porque nada de esto está pasando realmente. Tokio hoy es una ciudad golpeada por un rebrote de coronavirus que ayer superó los 10.000 casos tras sumar 200 nuevos contagios en 24 horas. El Estadio Olímpico está cerrado, las sedes vacías y ningún turista puede entrar en un país que el pasado 24 de marzo hizo historia involuntariamente al anunciar que se posponían un año los Juegos Olímpicos. Japón ha sido la primera nación anfitriona que ha tenido que reprogramar el evento por razones distintas a una guerra.
Una decisión que costó tomar porque el primer ministro nipón, Shinzo Abe, siguió con un paño en los ojos hasta el último momento. Pese al mal vírico que venía, Abe estaba convencido de que su país podría garantizar la seguridad en un acontecimiento que lo iba a encumbrar.
Hoy comienza la cuenta atrás. Las fechas están fijadas: del 23 de julio al 8 de agosto de 2021. Quedan 365 días y muchas dudas. Los esfuerzos para controlar la pandemia están fracasando en muchos países. Aún no hay vacuna. Y, en el caso de que la haya a finales de este año o principios del que viene, se cree que es poco probable que puedan vacunarse todos los deportistas, voluntarios, políticos, policías y espectadores que rodean a unas Olimpiadas. Sin olvidar que luego vendrán también los Juegos Paralímpicos y sus 4.400 atletas participantes.