La Conferencia Episcopal hizo público el Protocolo para poder realizar las actividades religiosas en tiempos del coronavirus. El protocolo se podrá aplicar a partir del término del estado de emergencia nacional (cuarentena), pero dejando total libertad para que cada Obispo en su Jurisdicción Eclesiástica establezca la fecha a partir de la cual lo aplicará, así como la gradualidad en la apertura de los lugares de culto.
La asistencia a las celebraciones eucarísticas, o celebraciones de otros sacramentos o actos de culto, se deberá acudir no de manera masiva sino con el aforo reducido a un tercio (1/3) de capacidad del templo, guardando el distanciamiento social requerido de un (01) metro como mínimo y observando de modo estricto el presente Protocolo y las normas específicas que el mismo Obispo eventualmente establezca para su jurisdicción eclesial. Además, los fieles deberán llevar consigo mascarillas. Los sacerdotes, diáconos y feligreses deberán aplicarse alcohol gel en las manos, o lavárselas con agua y jabón, como medida de higiene y prevención.
En las puertas de los templos se cuidará de que no ingresen más fieles que los permitidos por el aforo antes señalado y, en lo posible, se controlará la temperatura de los asistentes. Una vez que hayan ingresado, se les distribuirá en los espacios señalados previamente. Los templos deben estar cuidadosamente desinfectados, limpios y ventilados. Al final de cada celebración se deben desinfectar bancas, sillas y objetos litúrgicos utilizados. En las puertas de los templos se habilitará una alfombra húmeda con agua y lejía, para que los fieles al ingresar desinfecten la suela de sus zapatos de manera obligatoria. En los templos no habrá ni se usará agua bendita. Tampoco se podrá tocar ni besar las imágenes.
En lugar de hacer la colecta en la forma usual, para la ofrenda de los fieles se colocarán alcancías o canastas a la salida del templo. Durante la celebración de la Misa, el copón, el cáliz y la patena deben estar cubiertos con la palia o una tela apropiada. El saludo de la paz, que es facultativo, se sustituirá por otro gesto evitando el contacto directo. Dar la comunión en la mano.
En lo que concierne a las reuniones de formación catequética y pastoral, se priorizarán las modalidades virtuales, de lo contrario se deberán realizar cumpliendo estrictamente las normas y criterios organizativos y sanitarios. En el documento se hace especial atención a los fieles que estén a alto riesgo de contagio del coronavirus, y podrán no asistir a la celebración eucarística dominical.
Si es necesario, es posible organizar liturgias al aire libre; para la recogida de las ofrendas, se deben colocar contenedores especiales a la salida, el intercambio de la paz será sustituido por otro gesto que no implique un contacto directo y la Eucaristía será distribuida en las manos.
Celebraciones de los sacramentos del Bautismo, Primera Comunión, Confirmación y Matrimonio requieren de cercanía física, en lo posible se debe postergar su celebración al menos durante la primera fase. Hasta que no se emitan nuevas reglamentaciones, no se debe permitir la participación de bandas de músicos en los templos. Continúan suspendidas las procesiones dentro y fuera del templo. No se debe permitir las visitas turísticas en los templos.
Tomado de Vatican News