Chile ha dado este sábado un golpe de timón en su lucha contra la Covid-19, que está afectando al país con especial saña: Jaime Mañalich deja el Ministerio de Salud, agotado personal y políticamente en medio de una disputa acerca de las cifras reales de muertes durante la pandemia.
Mañalich será reemplazado por Enrique Paris, ex presidente del Colegio Médico. El hasta hoy ministro se va en medio de una tormenta de críticas por su estilo de comunicación, pero también por los datos duros que revelan el efecto de la pandemia en Chile. El 14 de abril, Mañalich dijo que estaba en condiciones de decir que se había «aplanado» la curva de crecimiento de contagios, pero la realidad, dos meses después, es que Chile, un país de 19 millones de habitantes, exhibe 167.355 contagiados y 3.101 muertes.
«Todas las cifras de predicción se han derrumbado como castillos de naipes», admitió Mañalich días atrás. «Su comunicación no fue para nada empática», señaló hoy CNN Chile al analizar su salida de la cartera de Salud.
Pero el golpe de gracia para Mañalich llegó esta semana. Una investigación periodística reveló que el Ministerio de Salud informa a la Organización Mundial de la Salud (OMS) cifras de muertes muy superiores a las que reporta en el país. Si hasta hoy Chile exhibe 3.101 fallecidos, la OMS tiene informaciones de que son más de 5.000.
La subsecretaria de Salud, Paula Daza, explicó que la información que su Ministerio envía a la OMS incluye «los casos confirmados, los casos sospechosos, los casos probables, los fallecidos confirmados y también los fallecidos que no tienen una confirmación diagnóstica». La explicación no convenció, y sumó presión sobre Mañalich, amigo personal del presidente, Sebastián Piñera, hasta que hoy se confirmó la renuncia.
Tras un viernes en el que Chile sumó más de 6.000 nuevos casos, la oposición le pidió a Piñera que relevara a Mañalich: «Es evidente y doloroso que la estrategia sanitaria fracasó, que se vulneró la fe pública con la falta de transparencia y la vida de las personas está en riesgo. Por eso es indispensable que el presidente Sebastián Piñera cambie la estrategia y al ministro de Salud».