En Estados Unidos alcanzarán esta noche o mañana los 100,000 muertos por coronavirus en medio de un ambiente de tensión política tanto por la evolución de la pandemia como por la conveniencia o no de acelerar la desescalada y por las acusaciones de que ciertos estados están ocultando el número real de muertes.
Por un lado están los republicanos, partidarios de levantar las medidas de distanciamiento social. Por otro, los demócratas, que defienden mantenerlas. Y, en medio, los muertos. Según el recuento de la Universidad Johns Hopkins, a media tarde de hoy -hora de España- había 97.850 fallecidos. La web Covid Visualizer, de dos estudiantes de la Universidad Carnegie Mellon, elevaba a cifra a 99.464. Y la página de noticias RealClearPolitics, la situaba en 99.448. Es casi dos veces los muertos en Vietnam (58.318), 33 veces el 11-S (2.996), y 16 veces Irak (unos 6.000 muertos, entre militares y civiles).
Sin embargo, en relación a la población, EEUU se ha visto mucho menos afectado que varios grandes paises europeos. Con 304 muertos por millón de habitantes, está muy lejos de Bélgica (815), España (615), o Reino Unido (555).
En todo caso, los números de muertos en EEUU son mucho peores que los 60.000 para toda la pandemia que había previsto la Casa Blanca en abril. Las estimaciones de diferentes organizaciones independientes vaticinan en torno a 140,000 muertos para el final del verano, es decir, 20.000 más que los calculados por las autoridades en su escenario más pesimista.
Y, a un ritmo de entre 1,100 y 1,500 muertos diarios, es solo cuestión de horas que se alcancen los 100.000 muertos, a pesar de que hoy es festivo en EEUU y, en ese caso, las cifras de fallecidos e infectados tienden a reportarse tarde. Pero el hecho de que absolutamente nadie preste atención a la cifra oficial de fallecidos – 97.041 – que elabora el Centro para el Control de las Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés), que es el organismo oficial que supervisa la lucha contra la enfermedad, es el mejor exponente de la desconfianza acerca del verdadero alcance de la pandemia. Cada estado mide los muertos de una manera diferente. Y, a veces, hasta cada condado lo hace como quiere.