Más de 60 países de tres continentes, así como ONG y organizaciones internacionales, participarán este martes en la primera conferencia internacional de donantes para ayudar al éxodo venezolano y a los países que los acogen, cinco millones de personas que han huido ya de la dictadura de Nicolás Maduro o de la terrible crisis económica y social que azota al país. Entre ellos, unos 40 serán donantes netos.
La conferencia, organizada por la Unión Europea, contará con aportaciones de casi todos los estados miembros de la UE, además de EEUU, Canadá o Japón, además de otros estados europeos que no pertenecen a la UE, como Suiza. Se celebrará este martes de forma telemática y estará presidida por el alto representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, y por la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya. Además, participarán dos comisarios europeos, el de Emergencias Humanitarias y el de Desarrollo.
El objetivo fundamental de la cumbre es visibilizar la dramática situación de millones de personas desplazadas y abordar de forma conjunta la crisis de los venezolanos que han huido de Venezuela y han viajado principalmente a otros países latinoamericanos, especialmente Colombia, Perú, Ecuador y Brasil. Ademas, los organizadores, en colaboración con Acnur y la Agencia Internacional para las Migraciones (OIM), y movilizar recursos para la población y las comunidades de acogida. De los cinco millones de desplazados que ha provocado el régimen chavista, 4.300.000 están en Latinoamérica. Los otros 700.000 han emigrado a EEUU o a Europa, principalmente a España, que de esta forma será un país doblemente donante: como receptor y como contribuyente para el resto de países receptores en zonas en desarrollo.
Como explican desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, los países que acogen a estos migrantes están «en una situación límite» por sus frágiles economías y ahora por la crisis sanitaria mundial, que les azota con especial dureza dados sus débiles sistemas sanitarios. A pesar de ello, «destinan muchos recursos a la asistencia sanitaria, educativa y al apoyo a las familias desplazadas» desde Venezuela, explican las mismas fuentes. Sin embargo, la situación de estos refugiados es menos visible que la de los que llegan al este de Europa o que la de los del sureste asiático.