El Real Madrid se prepara desde esta semana para afrontar el tramo final de la temporada. A expensas de conocer la fecha exacta en la que retomarán el torneo liguero ante el Eibar, partido que se disputará a puerta cerrada en el estado Alfredo Di Stéfano de la Ciudad Deportiva de Valdebebas (mientras se acelera la reforma del estadio Santiago Bernabéu) y que dará el pistoletazo de salida a los 11 últimos partidos ligueros, los madridistas juegan con el calendario, y en una situación que no les es desconocida: tienen seis partidos en ‘casa’, mientras que tienen cinco salidas: San Sebastián, Barcelona (Espanyol), Bilbao, Granada y Leganés sin público en las gradas.
Y es en estos desplazamientos donde gana el Madrid: los viajes a dos plazas complicadas como son San Sebastián (la Real le apeó de la Copa el pasado mes de febrero tras golear en el Bernabéu 3-4) y Bilbao: sólo ha ganado una vez en sus tres últimas visitas y que sacó un punto en su visita a la Castellana en el último partido que se jugó en el estadio madridista en 2019. La ausencia de aficionados en las gradas por la pandemia del Coronavirus afeará el atronante y espectacular ambiente que se suele ver en estos encuentros de altísima intensidad.