Empleados del Vaticano le tomarán la temperatura de los feligreses a las entradas de las basílicas para las misas dominicales, una medida profiláctica que permitirá la reanudación de las ceremonias litúrgicas en medio de la pandemia del coronavirus.
Las medidas anunciadas el jueves son incluso más estrictas que las impuestas por los obispos italianos para sus parroquias. Las iglesias del país reanudarán las misas por primera vez en dos meses, bajo un detallado protocolo de higiénico que prohíbe la entrada a toda persona con fiebre o que haya estado en contacto con un paciente del COVID-19.
El Vaticano hasta ahora no ha divulgado cuándo el papa Francisco reanudará sus ceremonias públicas, pero ha acordado una serie de medidas con los prelados que administran sus basílicas, como la revisión de temperaturas al menos los domingos y los feriados cuando crecen las multitudes.
Italia fue el primer país europeo en ser afectado por el coronavirus, y ha registrado más de 31.000 decesos. AP