El Gobierno italiano quiere salir al rescate del sector turístico con un curioso plan que consiste en conceder una ayuda de hasta 500 euros a familias con rentas inferiores a los 35.000 euros anuales. La intención es ayudar a cubrir gastos para los viajes vacacionales que los habitantes del país hagan dentro del propio territorio. Este bonus vacaciones será de 300 euros para las parejas que viajen sin hijos y de 150 para aquellos que viajen en solitario. Por el momento, la idea del Ejecutivo es que sean las empresas las que apliquen el descuento, que posteriormente abonaría el Estado.
De esta manera, el primer ministro Giuseppe Conte quiere minimizar los daños que puede sufrir un sector que representa el 13% del PIB italiano. Este verano no lo pasaremos en el balcón y las bellezas de Italia «no se quedarán en cuarentena», aseguró en el Corriere della Sera. Además, destacó que sería «bonito» que los italianos gastaran sus vacaciones dentro del país para estimular la economía nacional.
«Si perdemos el verano habrá muchas empresas que no llegarán a la próxima temporada baja. Aquí en Venecia ya encuentras algunos hoteles pequeños que están en venta porque no aguantan la crisis. Aquí trabajamos mucho con el mercado americano, que tal vez no volvamos a ver hasta mitad del año que viene, y que tiene una capacidad de gasto más alta. Los hoteles de lujo están sufriendo mucho, pues trabajaban prácticamente sólo con extranjeros», comentaba a los medios italianos Stefania Tea, vicepresidenta de la Asociación Nacional de Hoteleros.